Los más de 1,5 millones de agricultores y ganaderos afectados por la sequía en el Cuerno de África necesitan «ayuda urgente» para evitar «una crisis de hambre» en la región, que ha sufrido también las plagas y el Covid-19. Así lo indicó la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) el pasado 17 de enero.
La organización de la ONU asegura que son necesarios 138 millones de dólares de «financiación urgente» para una región «ya propensa a la inseguridad alimentaria» y en la que, tras tres años de escasez de lluvias, «la pandemia del covid-19 y la plaga de langostas en 2020-21 han puesto al límite la capacidad de supervivencia de las comunidades rurales, lo que ha socavado la productividad agrícola».
En Etiopía, Kenia y Somalia, los países más afectados, las previsiones indican que unos 25,3 millones de personas se enfrentarán a una grave inseguridad alimentaria para mediados de 2022, situación que, de materializarse, situaría al Cuerno de África entre las mayores crisis alimentarias del mundo, explicó la FAO en un comunicado.
«Necesitamos urgentemente apoyar a los ganaderos y las granjas del Cuerno, de inmediato, porque el ciclo de las estaciones no espera a nadie»
«Sabemos por experiencia que apoyar la agricultura en momentos como este tiene un enorme impacto: cuando actuamos rápido y en el momento adecuado para conseguir agua, semillas, piensos, atención veterinaria y dinero muy necesario para las familias rurales en riesgo, se pueden evitar las catástrofes de hambre», señaló Rein Paulsen, director de emergencias y resiliencia de la FAO. «Ahora es el momento adecuado. Necesitamos urgentemente apoyar a los ganaderos y las granjas del Cuerno, de inmediato, porque el ciclo de las estaciones no espera a nadie», añadió.
En 2011, una grave sequía contribuyó a un brote de hambruna en Somalia que provocó la muerte de 260.000 personas, la mayoría de ellas antes de que se hiciera una declaración oficial de hambruna, mientras que en 2017 se pudieron evitar posibles hambrunas asociadas a la sequía gracias a un esfuerzo internacional concertado para actuar con prontitud y que dio prioridad a ayudar a las comunidades rurales.