El Gobierno de Francia ha anunciado que la Drôme y la Ardèche van a ser declaradas parcialmente en alerta por sequía, sumándose así a otros cuatro departamentos que ya han tomado medidas de restricción hídrica extraordinariamente tempranas.
Estos dos departamentos de la cuenca del Ródano, donde el déficit excepcional de precipitaciones invernales tras un verano abrasador es especialmente acusado, se unen a los Pirineos Orientales, afectados casi en su totalidad por las restricciones, así como, parcialmente, el Ain, las Bouches-du-Rhône y el Var.
Estas restricciones de agua llegan justo después de un invierno que no ha permitido llenar las capas freáticas, cuando la estación es normalmente crucial para recargar las reservas de agua dulce.
Más preocupados por los precios que por la sequía
A la pregunta de «qué les preocupa más de cara al futuro de la alimentación», el 41% de los franceses dice que la subida de los precios, frente a un 24% que está más inquieto por la sequía. Esta es una de las conclusiones de una encuesta realizada en Francia por encargo de las cooperativas agrarias coincidiendo con el Salón de la Agricultura de París.
También preocupa a los franceses la disminución del número de agricultores (15%), «la incapacidad de Francia para alimentar a su población» (15%) o la calidad de los alimentos (5%).
En lo que respecta a la subida de los precios, el 44% de los encuestados considera que los agricultores son los principales perjudicados; solo el 11% cita a los industriales agroalimentarios, un porcentaje menor al de quienes creen que es la gran distribución (18%) y similar al de quienes consideran que son los proveedores de insumos agrícolas (12%).
No obstante, un 86% de los encuestados estima que la falta de agua representa una amenaza «importante» para la capacidad de Francia de alimentar a su población.