El Consejo de Ministros ha aprobado la prórroga de la situación de sequía declarada en las cuencas del Júcar y del Segura hasta septiembre de 2018.
Según el Ministerio de Agricultura, ello permitirá seguir aplicando medidas excepcionales para paliar los efectos de la sequía durante el próximo año hidrológico, que se inicia el 1 de octubre.
Esta situación de sequía se declaró inicialmente para ambas cuencas en mayo de 2015 y, dado que las circunstancias no han mejorado, se ha venido prorrogando desde entonces. En virtud de esa declaración, el Ministerio podrá seguir movilizando todos los recursos disponibles, como el agua procedente de las plantas desaladoras, de los pozos de sequía ubicados en la cuenca y de las cesiones que puedan acordar los regantes para hacer frente a la escasez de agua.
En el caso de la cuenca del Segura, la declaración inicial de sequía se debió al estado en que se encontraban los aprovechamientos vinculados al trasvase Tajo-Segura, pero esta escasez empieza a afectar ya también a las explotaciones que dependen de los recursos propios de la cuenca. El Ministerio ha dado cuenta de la falta de precipitaciones en los tres últimos años en las cabeceras del Segura y el Tajo, especialmente en esta última. La aportación que han recibido los embalses de la cabecera del Segura entre junio de 2016 y junio de 2017 ha sido de un 70% menos de la media histórica de los últimos 30 años, con lo que las reservas en la cuenca, que hace un año representaban el 36% de su capacidad total, están ahora al 21%.