La sequía se ha apoderado desde hace varios meses del campo español y ¿Qué ha hecho el Gobierno? Pues irse de chiringuitos playeros. Mientras tanto, en Francia, dónde la sequía está causando estragos, ayer se activó un gabinete de crisis para hacer frente al problema. Este gabinete interministerial “coordinará las medidas de seguridad civil necesarias”, como el suministro de agua a los municipios o la entrega de agua potable y vigilará las repercusiones de la sequía en los sectores más afectados, como el agrario. Esta es la diferencia entre lo que hacen en Francia y lo que no hacen en España, donde ni Planas ni Ribera han convocado reunión alguna de la Mesa de la Sequía, a pesar de las peticiones de las organizaciones agrarias y de algunas Comunidades Autónomas. Es la diferencia entre un país y otro y entre un Gobierno y otro.
Ahí van algunos datos relacionados con la sequía y las altas temperaturas: la reserva hidráulica ha entrado en agosto con los niveles más bajos de este siglo, mientras el Gobierno anda de chiringuitos; debido a la falta de agua, ha habido restricciones en cultivos de regadío, como el arroz; la cosecha de cereales de otoño invierno será un 30 por ciento inferior a la del año pasado; la de girasol lleva el mismo camino, a pesar de haber aumentado la superficie; la vendimia será inferior a la media y la producción de aceite de oliva se va a desplomar, pasando de casi 1,5 millones de toneladas en 2021-22 a menos de un millón en la próxima campaña por la sequía y las altas temperaturas . En ganadería, no existen pastos para alimentar a la de extensivo y es necesario tirar de piensos, y, lo que es más grave, como tampoco hay agua en charcas, fuentes y manantiales, porque están secos, es preciso abastecer con cubas a las explotaciones, con el consiguiente incremento de costes.
¿Qué hace el Gobierno y los ministros más directamente implicados, como Ribera y Planas?
Mientras tanto, ¿Qué hace el Gobierno y los ministros más directamente implicados, como Ribera y Planas? Pues irse de vacaciones y de chiringuitos. Y no exagero. Lo explico con un ejemplo: ayer el Ministerio de Agricultura anunció que se concede el premio extraordinario Alimentos de España 2021 a los chiringuitos. Y precisa en su nota oficial que “puesto que hay centenares de chiringuitos repartidos a lo largo de toda la costa española, el jurado ha considerado personalizar el premio en el establecimiento Ayo, de Nerja en Málaga”.
Supongo que será una coincidencia que el ministro de Agricultura tenga una propiedad en la costa malagaña, según consta en su declaración de bienes, y otra coincidencia mucho mayor que Luis Planas haya sido visto con frecuencia por este chiringuito en años pasados. Insisto, serán tan solo coincidencias. También resulta curioso el primer motivo que se utiliza para justificar el galardón: el chiringuito en cuestión es un ejemplo “en la inserción laboral de personas de diferentes nacionalidades”; en segundo lugar, por “la búsqueda de productos emblemáticos de la costa y la elaboración de uno de los platos más características y conocidos de la gastronomía española como es la paella”. ¿Se habrán pasado ya Planas y sus mariachis por allí estos días a celebrarlo, mientras la sequía causa estragos en el campo español?
