En Málaga, en concreto en Alhaurín de la Torre, los vecinos sacaron ayer en procesión a su santo, san Francisco de Paula, al que se considera protector de los campos, para pedir que llueva. Lo curioso es que el santo iba acompañado de tres piezas de bacalao situadas a los pies de la imagen. Es un ejemplo de las rogativas que ya han comenzado y que se van a multiplicar en los próximos días en la mayor parte de España. Porque la sequía ya está aquí.
No es que vaya a llegar, sino que ya está aquí. Lo venimos contando desde hace varias semanas. El ministro de Agricultura, Luis Planas, muy activo durante la última campaña electoral en Castilla y León con la complicidad de algunas cooperativas agrarias de esta Comunidad, no anda tan activo en esto de la sequía. Ha mostrado su preocupación, pero también ha echado balones fuera.
Así, ha asegurado que, si sigue sin llover en los próximos quince días, planteará este asunto en el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE “para sensibilizar a la Comisión Europea”. O sea, una vez más toca echar balones fuera.
Está muy bien eso de, llegado el caso, pedir ayuda a la Comisión Europea, pero, ¿qué van a hacer el Gobierno central y especialmente los Ministerios de Agricultura y de Transición Ecológica? Porque digo yo que algo tendrán que hacer y no se pueden quitar de en medio, como están intentado ya.
«Va a faltar agua para regar y puede que también para beber»
La cosa pinta muy mal, porque además de que las tierras están secas, la campaña de riego se presenta muy, pero que muy complicada. La reserva de agua en los embalses es inferior en estas fechas a la que había el año pasado y a la media de los diez últimos años. Y, lo que es peor, la mayor parte de nuestros sistema montañosos están sin reservas de agua en forma de nieve, por lo que los pantanos difícilmente se van a llenar.
Va a faltar agua para regar y puede que también para beber. Insisto, y ¿qué hacen el Gobierno y los ministros más directamente implicados, mientras tanto? Pues, nunca mejor dicho, esperar a ver si llueve, como si la cosa no fuera con ellos.
Visto lo anterior, en el caso de los creyentes va a ser cosa de encomendarse a vírgenes y santos, comenzando por San Valentín, el patrón de los enamorados, que se celebra el lunes.