Silencio sepulcral: esa ha sido la respuesta del Gobierno a la gran manifestación del mundo rural, incluidos agricultores y ganaderos, que tuvo lugar hace más de un semana. El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha estado desaparecido a estos efectos durante los últimos diez días y, ni ha llamado, ni ha convocado a las organizaciones agrade rias. La misma actitud ha mostrado la vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que era la destinataria de una parte de las reivindicaciones de los manifestantes. Del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, mejor ni hablamos. Eso, por un lado.
Por otro, conviene destacar que el Gobierno sigue sin adoptar medidas con ayudas concretas para apoyar al sector agrario a la hora de enfrentarse a las consecuencias de la guerra en Ucrania. La tendencia de subida los costes de producción ya venía de antes, pero se ha agudizado en las cinco últimas semanas con alzas espectaculares de los precios de los fertilizantes, los combustibles, la luz y los piensos para los animales. Frente a eso, nada de nada: el Gobierno no ha aprobado medidas en forma de reducción de los impuestos que gravan el gasóleo, por ejemplo, para reducir su coste, ni ha cambiado la normativa sobre las tarifas eléctricas para riego, ni ha otorgado ayudas económicas a los ganaderos. En resumidas cuentas, ni un solo euro en apoyos a los agricultores y ganaderos a consecuencia de la guerra en Ucrania. Luis Planas ha venido anunciando que habrá medidas para el sector agrario en el que denomina «potente» paquete de carácter general que debería aprobar el Gobierno mañana. Eso lo ha dicho en declaraciones públicas. Pero los representantes de las organizaciones agrarias confiaban en que, tras la importante manifestación del 20 de marzo, el Gobierno los convocaría para analizar la situación y negociar las reivindicaciones que habían presentado. Sin embargo, no ha sido así. Esta es una de las razones por las que han continuado las tractoradas y movilizaciones. A la espera de lo que salga mañana de la reunión del Consejo de Ministros, no hay que descartar que sigan las protestas en el sector agrario, que podrían endurecerse, ante el silencio y el desprecio gubernamental.
Artículo de opinión de César Lumbreras publicado en `La Razón´ el 28 de marzo
