El 20 de marzo se constituyó en Francia, en el departamento de Gard -al sur del país-, un sindicato de viticultores.
Los productores han decidido agruparse para hacer frente a una posible nueva crisis en la zona como consecuencia de las importaciones de vino procedentes de España y su venta, por parte de la distribución, con una presentación confusa.
El Sindicato de Viticultores de Gard (SVG) pide a los responsables de los mercados y a la gran distribución local que “retire inmediatamente los ‘bag-in-box’ de vinos importados de sus lineales”.
“Es intolerable –dice- que cada día el vino español ocupe espacio en los estantes”.
“Ahora, unidos, los viticultores de Gard estamos decididos a invertir la tendencia económica que parece llevarnos a una nueva crisis. En estos momentos ni el volumen de cosecha de 2016 ni la calidad de los vinos que producimos pueden considerarse responsables de la caída progresiva del mercado (…). Hemos identificado la competencia desleal de los vinos importados como principal causa de nuestras dificultades actuales”.
Según los integrantes del nuevo sindicato, “lo que está haciendo el sector vitícola con la distribución para hacer desaparecer la confusión entre el vino francés y el vino español es positivo. Pero es a largo plazo” y hay que aportar soluciones a la situación de urgencia actual.
De momento se han sumado a esta organización un centenar de productores y hay una decena de bodegas cooperativas que ha anunciado su intención de incorporarse a él.
De momento, tenía previsto participar en la manifestación convocada por el sindicato de viticultores de la región de Aude en Narbona el 25 de marzo.