El informe de perspectivas para el próximo año (“Global Outlook 2017”) del banco holandés Rabobank prevé que las cotizaciones de las principales materias primas mantendrán niveles bajos en 2017 debido al elevado volumen de existencias disponibles. No obstante, algunas mercancías escaparían a esa tendencia de precios bajos, como es el caso de la soja y de los productos lácteos.
En general, Rabobank espera que el año 2017 traiga estabilidad a los precios de los alimentos, aunque serán precios que se mantendrán en niveles bajos, una buena noticia para los consumidores y no para los agricultores.
En todo caso, hay algunos productos con mejores perspectivas. Por ejemplo, la soja. Los países en desarrollo siguen evolucionando hacia una dieta en la que incorporan más carne, lo que seguirá incrementando el consumo de la soja y con él los precios, dado su peso en la alimentación del ganado.
Otro ejemplo son los productos lácteos. En la segunda mitad de 2016 los precios de estos productos han subido en torno a un 30% debido al efecto combinado de varios factores: el crecimiento de la demanda, la disminución de la oferta y el régimen de intervención en el mercado de la Unión Europea.
El informe recuerda que las medidas adoptadas han supuesto la retirada del mercado comunitario de unos 4 millones de toneladas de equivalente en leche líquida y que se está incentivando a los productores para no incrementar sus entregas.