La regulación de los stocks de productos alimentarios, de nuevo en el punto de mira

La economista alemana Jessica Weber, profesora asociada de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos), aborda este asunto en un artículo sobre alimentación

La regulación de los stocks de productos alimentarios, de nuevo en el punto de mira
Foto: Eva Zárate (Foncea-La Rioja)

“Ya es hora de reconsiderar los stocks reguladores como herramienta de política de estabilización», sostiene la economista alemana Jessica Weber, profesora asociada de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos), en un artículo sobre alimentación publicado hace unos días.

Weber, conocida sobre todo por haber identificado los beneficios empresariales como motor de la subida de precios durante la pandemia del Covid-19, propone la creación de stocks reguladores de cereales que podrían liberarse en caso de escasez o emergencia para aliviar las presiones sobre los precios y las perturbaciones de las cadenas mundiales de suministro.

Las actuales situaciones de emergencia (inflación, crisis alimentaria y climática, etc.) hacen que los argumentos a favor de los stocks reguladores mundiales vuelvan a ser pertinentes, indica con su coautora Merle Schulken, cuestionando «el modelo neoliberal basado en el supuesto de que los precios de mercado proporcionan señales eficientes si no hay imperfecciones como las intervenciones gubernamentales».

Weber propone la creación de stocks reguladores de cereales que podrían liberarse en caso de escasez o emergencia para aliviar las presiones sobre los precios

En el caso de los productos agrícolas, estos stocks están tanto más justificados porque son esenciales para la subsistencia humana, sus precios son volátiles en tiempos de crisis e incertidumbre, y estas fuertes fluctuaciones tienen importantes repercusiones en la estabilidad macroeconómica y el desarrollo.

Añadió que, a diferencia de los agricultores, los especuladores, en particular los comerciantes de cereales, también se benefician de la caída de los precios. Jessica Weber se centró en los cereales porque, según explicó, son fáciles de almacenar y sus precios afectan a otros alimentos, como la carne.

Para que funcione este sistema tendría que basarse en normas internacionales que limiten las ayudas a la agricultura y una gestión de los stocks coordinados por una agencia de la ONU para garantizar las sinergias. Así se reduciría la volatilidad que caracteriza al mercado de cereales y se mantendrían los precios de los alimentos bajos y asequibles para la población.

Todos los derechos reservados. Queda prohibido reproducir, distribuir, comunicar públicamente o transformar, todo o parte del contenido de este sitio web, incluido, pero no limitado a, los textos, las fotos y los videos, sin el permiso previo y por escrito de Informativos Agrarios S.L.