El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha presentado un nuevo proyecto de Real Decreto con la normativa para la nutrición sostenible de los suelos agrarios.
El objetivo del mismo sigue siendo disponer de un marco de acción que permita mantener o aumentar la productividad de los suelos agrarios al tiempo que se reduce el impacto ambiental de la aplicación de productos fertilizantes y otras fuentes de nutrientes o materia orgánica. Aunque ya se aplican normas dirigidas a ello, se considera necesario un marco general aplicable a nivel nacional.
Cabe recordar que el Ministerio ya presentó un proyecto en septiembre de 2020. Según el texto actual, los agricultores deberán incluir en su cuaderno de explotación una nueva sección de “fertilización” y las explotaciones que tengan determinada superficie deberán realizar un plan de abonado, que será obligatorio a partir del 1 de septiembre de 2024.
En esa sección de «fertilización» se registrarán las operaciones agrícolas encaminadas a aportar nutrientes o materia orgánica al suelo agrario. Deberán recogerse los datos relativos a la composición del suelo, al aporte de fertilizantes, estiércoles u otros materiales y al agua de riego (composición, cantidad aportada).
El proyecto está sometido a consulta pública hasta el 5 de mayo
En cuanto al plan de abonado, los titulares de explotaciones deberán contar con uno para cada unidad de producción de su explotación, aunque estarán exentas de esta obligación las unidades de producción que no superen las 10 hectáreas de superficie, siempre que sean de secano o estén dedicadas únicamente a pastos o cultivos forrajeros para autoconsumo.
A partir del 1 de septiembre de 2024, los titulares de explotaciones deberán contar con un plan de abonado para cada unidad de producción de su explotación
Además, para elaborar el plan se tendrá en cuenta el volumen de agua de lluvia de la zona y los recursos hídricos disponibles, en el caso de regadíos, para programar los momentos en que se realizarán las labores de fertilización. También detallará cuándo se van a aportar los distintos nutrientes, el tipo de abono y la forma de aplicación y describirá las medidas para reducir las emisiones de amoníaco y de gases de efecto invernadero.
De acuerdo con el proyecto, estará prohibido aplicar fertilizantes en terrenos helados o cubiertos de nieve, hidromorfos o inundados mientras se mantengan esas condiciones (excepto en los suelos inundados para el cultivo del arroz).
El proyecto está sometido a consulta pública hasta el 5 de mayo.