Más de la mitad de los suelos agrícolas europeos contienen mezclas de distintos tóxicos

El llamado "efecto cóctel" podría ser más peligroso que cada sustancia por separado

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El 83% de los suelos agrícolas de Europa contienen restos de uno o más plaguicidas y el 58% contienen mezclas de distintos tóxicos. Este llamado «efecto cóctel» podría ser más peligroso que cada sustancia por separado.

Así lo recoge el estudio ‘Residuos de pesticidas en los suelos agrícolas europeos. Una realidad oculta al descubierto´, de Vera Silva, Hans G. J. Mol, Paul Zomer, Marc Tienstra, Coen J. Ritsema y Violette Geissen, que ha analizado la presencia de 76 plaguicidas diferentes en 317 suelos dedicados a la agricultura.

Según el documento, del 58% de los suelos que contienen mezclas de diferentes tóxicos, el 45% tienen residuos de dos a cinco plaguicidas y el 13% tienen residuos de 6 a 10 sustancias diferentes.

El estudio revela que en total se han encontrado 166 mezclas de plaguicidas diferentes, cuyos efectos combinados son desconocidos, y que en algunos puntos se superaron las concentraciones de residuos individuales establecidas.

El uso de pesticidas se ha multiplicado de 15 a 20 veces

Ecologistas en Acción, que ha difundido la investigación, ha atribuido estos datos a la intensificación agrícola que se ha vivido en Europa en las últimas décadas, ya que desde 1960 el uso de pesticidas se ha multiplicado de 15 a 20 veces.

Según datos de Eurostat (la Oficina Estadística Europea) correspondientes a 2018, España lidera la venta de plaguicidas en Europa, y predominan los suelos contaminados con mezclas de dos a cinco sustancias. En concreto, Murcia presenta los mayores niveles de contaminación, con suelos en los que se han detectado mezclas de 6 a 10 plaguicidas diferentes.

Ecologistas en Acción también recoge un estudio del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea que detectó que el 45% de los suelos de cultivo europeos contienen residuos de glifosato y su producto de degradación más tóxico, AMPA. Le siguen el insecticida DDT y su metabolito, el DDE.

«El DDT es un disruptor endocrino que imita el funcionamiento de los estrógenos, razón por la que se relaciona con una mayor probabilidad de cáncer de mama, entre otros efectos adversos. A pesar de estar prohibido desde el siglo pasado, el suelo y los ríos siguen contaminados por este veneno», ha añadido.

Ante estos datos, el equipo investigador autor de `Residuos de pesticidas en los suelos´ ha recomendado que se monitoreen los residuos de pesticidas en el suelo y evalúen la toxicidad de las mezclas de residuos, ya que «el efecto cóctel» puede ser más peligroso que cada sustancia por separado.

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