La superficie de cereales de invierno se habría situado este año en Francia en 6,7 millones de hectáreas, lo que supone un aumento del 12,9% respecto al año anterior, de acuerdo con las estimaciones del servicio de estadísticas del Ministerio de Agricultura francés (Agreste).
La siembra se ha recuperado, por tanto, de la caída registrada en 2020, aunque sigue por debajo de la media de los cinco últimos años. Todos los cereales muestran mejoras respecto a 2020, la mayoría significativas. Por el contrario, la superficie de colza cae casi un 10% y apenas supera el millón de hectáreas, el nivel más bajo desde 1997.
De cara a la primavera, el citado servicio de estadísticas ha llevado a cabo una encuesta para conocer las intenciones de siembra de los productores. De acuerdo con sus resultados, la superficie de cultivos de primavera disminuirá de forma significativa este año respecto a 2020, año en el que aumentó considerablemente debido a que muchos agricultores no pudieron sembrar cultivos de otoño.
La superficie de cebada de primavera podría caer el 40%, situándose en su nivel habitual
En consecuencia, la superficie de cebada de primavera podría caer el 40% (hasta las 500.000 hectáreas), situándose en su nivel habitual. La de girasol podría disminuir en un 25% (a 580.000 hectáreas), nivel similar a la media quinquenal; y la de soja podría reducirse entre un 25% y un 35% (situándose entre 120.000 y 140.000 hectáreas).
El descenso será menos acusado en el caso de los guisantes (-7%; 200.000 hectáreas). Para el maíz (forrajero y grano) se prevé una disminución del 15% y también será más baja la superficie de remolacha azucarera, que rondará las 400.000 hectáreas. Por último, la superficie de patata, que venía creciendo desde 2015, podría registrar este año una caída del 5%.
Cosecha 2020: descenso del 19,5%
En lo que respecta a la cosecha de 2020, las últimas estimaciones de Agreste dan cuenta de una producción total de cereales de 57,35 millones de toneladas, lo que supone una disminución del 19,5% respecto al año 2019 y del 12,9% si se compara con la media de los cinco últimos.
A esta caída contribuyeron todos los cereales de invierno mientras que aumentó la producción de maíz y sorgo, así como de trigo y avena de primavera.
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