Hoy viernes -8 de febrero- tuvo lugar en Toledo la Clausura del III Foro Ibérico del Tajo, en el que las comunidades del Tajo de España y Portugal han leído un manifiesto conjunto en defensa del patrimonio fluvial común.
Entre las peticiones que recoge el manifiesto se encuentran: por un lado, el fin del trasvase Tajo-Segura, porque consideran que su permanencia y el nuevo régimen de explotación no permite la recuperación del río; y, por otro, la implantación de un régimen de caudales ecológicos que permita recobrar el papel ecológico, cultural, paisajístico, económico y social del río.
En este sentido, han exigido la paralización de la actual campaña de trasvases y la recuperación de los volúmenes de agua en la cabecera del Tajo hasta unos niveles que garanticen las necesidades sociales y ambientales en los pueblos ribereños, así como la «inmediata» derogación de la limitación de los desembalses máximos mensuales y anuales desde Entrepeñas y Buendía.
En cuanto al caudal, el manifiesto conjunto pide el establecimiento de un mínimo de al menos 11,74 metros cuadrados por segundo en Aranjuez, 23 metros por segundo en Toledo y 27,82 metros por segundo en Talavera de la Reina.
Otras peticiones
Entre las reivindicaciones de las comunidades del Tajo también se encuentra la revisión del Convenio de Albufeira de cara a que permita la llegada a Portugal de un régimen adecuado de caudales ambientales y en condiciones adecuadas de calidad.
También solicitan la mejora en los sistemas que garanticen una depuración «óptima, continua y eficiente» de los vertidos en toda la cuenca del Tajo, en especial en la Comunidad de Madrid, así como la reducción y eliminación de la contaminación de todo tipo en el río.
Asimismo, piden una política ambiental que combata la proliferación de especies alóctonas e invasoras, un inventario de obstáculos a la dinámica natural de Toledo y sus ríos, y una propuesta de adecuación compatible con las diferentes comunidades biológicas autóctonas y con los valores patrimoniales y paisajísticos, completan las reivindicaciones plasmadas en el manifiesto.
Causas de la situación actual
En la parte española han achacado la situación actual a una «deriva de muchos años de gestión irracional» condicionada por las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura sumada a los vertidos de aguas residuales e ilegales, a la alteración de los regímenes de caudales, a la colonización de especies invasoras o a la contaminación por actividades agrarias, entre otras cosas.
En relación a la parte portuguesa, la falta de caudales se debe al exceso de regulación y la limitación de agua que llega desde España, así como la salinización de las aguas subterráneas o la falta de control de vertidos.
Finalmente, han lamentado que los planes hidrológicos de cuenca en España y Portugal «no han hecho frente con eficacia a estos retos», y han advertido de que el cambio climático pronostica una reducción acentuada de los caudales circulantes en la demarcación del Tajo en épocas de estío en las próximas décadas.
Unos a favor, otros en contra
Sobre el manifiesto, el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha asegurado que el trasvase es «irrenunciable» para la Comunidad y está dentro de la legalidad.
Por su parte, el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha apelado al “sentido común” de todos los partidos políticos en esta materia y ha reclamado que el agua se quede en la región para generar desarrollo.