El Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) está examinando cómo se llevan a cabo los controles de los alimentos ecológicos en la UE, desde la producción hasta su distribución, pasando por la transformación y también la importación. El objetivo es determinar si los consumidores pueden confiar más ahora en que los productos son realmente ecológicos que cuando realizó su última auditoría, en el año 2012, en la que ponía de manifiesto algunas deficiencias.
El Tribunal constata que el sector ecológico está creciendo de forma significativa en la UE. Subraya que, «aunque el precio de los productos ecológicos es superior al de los producidos de manera convencional, el mercado se esfuerza por satisfacer la demanda, y el recargo que los consumidores están dispuestos a pagar tiene el potencial de fomentar las ventas ecológicas fraudulentas». Sus responsables señalan que «el desafío al que se enfrenta el sector ecológico es garantizar un crecimiento constante de oferta y demanda, manteniendo la confianza de los consumidores«.
En la auditoría realizada en 2012, el Tribunal detectó que no siempre las autoridades competentes de los Estados miembros cumplían adecuadamente su función de supervisión de los organismos de control, por lo que estos no siempre respetaban los requisitos establecidos en la normativa comunitaria. También apuntó que las autoridades tenían, en ocasiones, dificultades para garantizar la trazabilidad de los productos ecológicos en su territorio, lo que resultaba aún más difícil cuando los productos cruzaban las fronteras.
A la vista de esas deficiencias, el Tribunal hacía una serie de recomendaciones, como el reforzamiento de la función de supervisión de los organismos de control por parte de los Estados miembros, así como de los controles para garantizar que todos los operadores cumplen con los requisitos de trazabilidad. Respecto a las importaciones, apuntaba que la Comisión debería garantizar una supervisión adecuada de los países que figuran en la lista de los reconocidos como equivalentes para la producción ecológica.
La publicación del nuevo informe de auditoría está prevista para principios de 2019. Formará parte de una serie de informes del Tribunal de Cuentas Europeo sobre varios aspectos de la cadena alimentaria, entre ellos el despilfarro de alimentos, publicado ya en enero de 2017, y los que se llevan a cabo actualmente sobre el bienestar animal y la seguridad alimentaria.
