Un grupo de técnicos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ya está analizando el grado de afectación que la sequía está provocando en España, con especial incidencia en la Cuenca del Duero. Así lo ha señalado la ministra, Isabel García Tejerina en declaraciones a los periodistas tras inaugurar el XXXI Salón Gourmets.
García Tejerina ha detallado que se está haciendo un seguimiento «permanente» a las zonas con sequía hidrológica y ha recordado que está sometido a información pública un Real Decreto para adoptar medidas paliativas. Además, se estudiarán otras acciones -que no ha detallado- y ha pedido a las Comunidades Autónomas su colaboración para que implementen aquellas medidas que estén en el «ámbito de sus competencias».
Ha recordado que en España, «lamentablemente», este tipo de situaciones de sequía son algo «habitual» por lo que ha conminado a «dar respuesta» con medidas compensatorias a los agricultores afectados.
El sector de los cereales está preocupado, según las cooperativas
El director de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agroalimentarias, Antonio Catón, ha subrayado la «preocupación máxima» en el sector de los cereales ante la falta de lluvias y la incertidumbre, que se refleja también en las operaciones comerciales.
Catón ha subrayado que si en los próximos días no cambia el clima, «habrá mermas importantes en las cosechas y se estropeará el ciclo que, en general, había sido bueno y cómodo este invierno», salvo excepciones. Además, ha precisado que en estos momento, es pronto para analizar el impacto de la sequía y queda «la esperanza de que llueva», aunque ha apuntado que en los mercados nacionales se ha reflejado estos días la preocupación por el descenso de oferta, con su consiguiente efecto en una subida de precios.
Situación alarmante en cereal, almendro y olivar
Asimismo, la organización agraria Asaja ha advertido de la situación alarmante de determinados cultivos como los cereales, el almendro y el olivar, que presentan «evidentes signos de desecación» debido a la sequía que sufre el campo andaluz.
La falta de agua durante esta primavera, sumado al bajo índice de precipitaciones durante las tres últimas campañas, ha hecho «saltar todas las alarmas» con respecto a determinados cultivos de gran trascendencia.