La temporada de incendios de 2021 fue para el territorio de la UE la segunda peor en términos de superficie quemada desde que comenzaron los registros en 2006, aunque los datos relativos a los diez primeros meses de 2022 apuntan a que le arrebatará ese puesto.
En total quedaron calcinados el año pasado más de 5.500 km2, de los que más de 1.000 se encontraban en zonas protegidas de la red Natura 2000. La peor temporada fue la de 2017, cuando ardieron más de 10.000 km2 de bosques.
Son datos del último Informe Anual sobre Incendios Forestales en Europa, Oriente Próximo y África del Norte publicado por el Centro Común de Investigación de la Comisión (JRC). El informe no contabiliza los incendios de 2022, que han sido aún más destructivos que los del año pasado, ya que han calcinado hasta ahora una superficie de 8.600 km2.
El país más afectado en términos de superficie quemada fue Italia, seguido de Turquía, Portugal y Grecia
El informe subraya que, a pesar de la considerable dimensión de la superficie quemada por los incendios forestales en 2022, el número de víctimas humanas ha sido limitado gracias a las medidas de prevención aplicadas por los Estados miembros y al reforzamiento del mecanismo de protección civil de la UE, que ha aumentado los medios de extinción aéreos.
En cuanto al balance de 2021, el informe constata que se localizaron incendios en 22 de los 27 Estados miembros de la UE, que quemaron un total de 500.566 hectáreas. El país más afectado en términos de superficie quemada fue Italia, seguido de Turquía, Portugal y Grecia, y especialmente en agosto, como ponen de relieve los informes nacionales.
En los espacios protegidos Natura 2000 ardieron 102.598 hectáreas (alrededor del 20 % de la superficie total de toda la red); casi un cuarto de la superficie total incendiada en estas zonas se encontraba en Italia, seguida de cerca por España.