Un estudio publicado a finales de septiembre por el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea recoge que los elementos paisajísticos representan en toda la UE el 5,6% de las tierras agrícolas de la Unión.
De estos elementos no productivos, los más comunes son las áreas forestadas, que suponen el 3,2% del total, seguidos de los prados (1,9%), humedales (0,4%) y pedregales (0,2%).
La distribución de estos elementos varía mucho de un Estado miembro a otro, con una cobertura que oscila entre el 3,4% y el 8,9% en la mayoría de los países. Portugal (8,9%), Suecia (8,1%) y los Países Bajos (7,2%) figuran entre los mejores alumnos y Malta y Chipre superan incluso el 20%. Más cerca de la media están Francia (6,4%), Alemania (5,4%) y España (5,3%). En la parte baja de la clasificación figuran Rumanía (3,4%) y Polonia (3,6%).
Según las normas de condicionalidad de la PAC, cada explotación debe dedicar al menos un 3% de la tierra cultivable a usos no productivos, con la posibilidad de recibir ayudas adicionales, a través de los ecorregímenes, si alcanzan el 7%.