Con una media de 63.000 euros por hectárea, Holanda es el Estado miembro con las tierras cultivables más caras de la UE. En la parte más baja de la lista se encuentra Rumanía, donde la media es de 1.958 euros por hectárea. En España se sitúa en algo más de 10.000 euros.
Son datos correspondientes a 2016 publicados por Eurostat (Oficina Estadística Europea), que muestran grandes variaciones entre unos Estados miembros y otros así como diferencias significativas entre regiones dentro de algunos países.
Holanda es, con diferencia, el Estado miembro con la media más elevada, con esos 63.000 euros por hectárea en 2016. Le sigue a distancia Italia, con unos 40.000 euros de media, y Luxemburgo y el Reino Unido, con unos 20.000 euros. En un nivel ligeramente superior al de Rumanía se encuentran Estonia, Croacia, Letonia y Lituania.
Considerando algunas regiones en concreto, el informe de Eurostat destaca los 108.000 euros que costaba ese año una hectárea de tierra cultivable en la región italiana de Liguria y los apenas 1.165 euros de la región búlgara de Yugozapaden.
Eurostat precisa que el nivel del precio de las tierras cultivables depende de muchos factores a nivel nacional (como la legislación), regional (como el clima o la proximidad de redes de transporte) y local (calidad del suelo, pendiente, drenaje, etc.), así como de la oferta y la demanda de cada zona. Por ello, considera interesante observar la evolución a lo largo del tiempo. De acuerdo con sus datos, entre 2011 y 2016 las mayores subidas se registraron en la República Checa (donde el precio se triplicó), Lituania, Estonia, Letonia y Hungría. El precio también subió en otros países, aunque en menor medida.
El informe de Eurostat muestra también diferencias en los precios de los arrendamientos. de nuevo Holanda es el país con precios más elevados (791 euros de media por hectárea) y Letonia registra los más bajos (media de 46 euros/hectárea).
El informe de Eurostat puede consultarse (en francés) en el siguiente enlace.