La pobreza y el abandono de la tierra serían más pronunciados sin la PAC (Política Agraria Común). Sin embargo, la carga administrativa limita la eficacia del apoyo de esta política en las zonas rurales. Esta es la principal conclusión de un informe que evalúa el impacto de la PAC en el desarrollo territorial de las áreas rurales, realizado por encargo de la Comisión Europea.
El estudio analiza, en particular, en qué medida la PAC contribuye al desarrollo de estas zonas al reducir los desequilibrios sociales y económicos, incluida la exclusión social en las zonas rurales y entre estas y las áreas circundantes.
La evaluación muestra que las medidas de la PAC son eficaces, en general, para promover un desarrollo equilibrado en las zonas rurales de la UE, contribuyendo a casi el 50% de los ingresos agrícolas en las zonas más marginales y remotas, a la modernización de las explotaciones y al aumento de la productividad. Añade, no obstante, que si bien la PAC es eficaz para fortalecer la viabilidad de las explotaciones y apoyar su mantenimiento en el medio rural, la desigual distribución de la ayuda limita su eficacia a la hora de reducir las diferencias económicas entre agricultores y entre distintas zonas.
El apoyo de la PAC, subraya, tiene un efecto indirecto significativo en la economía rural en general, especialmente en las regiones menos desarrolladas, en particular gracias al programa Leader y al apoyo a los servicios básicos. La financiación de la PAC también genera valor añadido bruto y empleo en las zonas rurales de la UE y contribuye al relevo generacional.
El atractivo de las zonas rurales, especialmente para los jóvenes agricultores, depende también mucho de las infraestructuras y los servicios de transporte y comunicaciones
La evaluación estima que la pobreza, el abandono de la tierra y el declive rural serían más pronunciados en ausencia de la PAC. Sin embargo, el atractivo de las zonas rurales, especialmente para los jóvenes agricultores, depende también mucho de las infraestructuras y los servicios de transporte y comunicaciones, sobre todo en las zonas remotas, y hay margen de mejora en cuanto a coherencia y sinergias con otros fondos de la UE, así como con políticas nacionales y regionales.
La evaluación concluye que la carga administrativa excesiva asociada a la aplicación de los regímenes de apoyo de la PAC, en particular a las medidas de desarrollo rural, tanto para los beneficiarios como para las autoridades, obstaculiza la eficacia de esta política. Apunta que la concesión de pagos directos no supone una carga administrativa importante, pero estas ayudas no están centradas en los aspectos sociales del desarrollo territorial o en las necesidades de los grupos rurales vulnerables o socialmente excluidos.