El precio de las tierras cultivables varía considerablemente entre unos Estados miembros de la UE y otros. En 2021 se situó entre la media de 3.661 euros por hectárea de Croacia y los 47.290 euros de Luxemburgo, según los últimos datos publicados por Eurostat (Oficina Estadística Europea).
Si se considera el precio por regiones, el más alto es el de Canarias, donde una hectárea se pagaba a una media de 120.477 euros el año pasado.
Eurostat subraya que el precio de las tierras cultivables depende de diversos factores, entre los que figuran las leyes nacionales en este ámbito, el clima, la proximidad a infraestructuras de comunicaciones, elementos relacionados con la productividad (como la calidad del suelo) y también la relación entre oferta y demanda de tierras, incluida la influencia de las normas sobre propiedad de las mismas por parte de extranjeros.
Además, la competencia por la tierra no es solo asunto de agricultores sino también de personas que las utilizan con otros fines. Teniendo en cuenta todos esos factores, hay grandes diferencias entre Estados miembros y también entre las regiones de un mismo país, de acuerdo con los datos de Eurostat, que, por lo general, muestran una tendencia al alza en los precios en los últimos años.
Pastos permanentes
Las tierras de pastos permanentes tienen precios más bajos. En 2021 se situaron entre los 1.423 euros por hectárea de Bulgaria y los 41.930 euros de Luxemburgo.
En algunas regiones, el precio de las tierras cultivables es unas 20 veces más alto que el de los pastos; es lo que ocurre en algunas de las islas griegas (37.926 euros/hectárea las tierras cultivables y 1.744 euros los pastos) y en Murcia (20.445 y 982 euros/hectárea, respectivamente).
No obstante, se da también el caso de que los pastos sean más caros que las tierras cultivables. Es lo que sucede en Asturias 8.096 euros/hectárea las tierras cultivables; 9.536 euros los pastos) o Madrid (7.621 y 7.946 euros, respectivamente).
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