Después de registrar niveles históricos en los meses de enero a abril, debido a una oferta corta, los precios de los tomates bajaron bruscamente en la Unión Europea en mayo. En ese mes suele producirse una caída estacional, pero este año ha sido más acusada que en los últimos años, de acuerdo con los datos de Bruselas.
En junio se registró un nuevo descenso a nivel comunitario, más moderado. La Comisión ha destacado, además, que se sigue notando la falta del mercado ruso en estos momentos, en los que Holanda solía enviar a ese destino un 20% de su producción.
En el último resumen de indicadores del sector publicado por la Comisión Europea se observan, en consecuencia, descensos significativos en los precios del tomate en los tres principales mercados (España, Francia y Holanda), que se situaron en mayo por debajo de la media de ese mes en los cinco últimos años, aunque en junio se recuperaron en parte.
En España, tras la fuerte caída de mayo, las cotizaciones subieron algo en junio y se situaron en la media. Italia es la excepción; registró también una bajada acusada de los precios en mayo, que se ha moderado en junio, pero, a pesar de ello, sus cotizaciones están muy por encima de la media de los cinco últimos años.
