Los ganaderos del sector de vacuno de leche vuelven a la carga y continuarán las movilizaciones ante lo que califican de «situación insostenible» como consecuencia de la subida de costes derivada del aumento de los precios de los cereales y las oleaginosas, productos básicos en la alimentación de sus animales. La primera entrega de esta nueva oleada de movilizaciones tendrá lugar esta misma semana en Lugo convocada por la asociación Agromuralla. Desde esta última insisten en que las centrales lecheras no han renegociado los contratos de la leche al alza, salvo contadas excepciones y en cualquier caso en una cantidad insuficiente para hacer frente al incremento de sus costes. Otras organizaciones de Castilla y León también han anunciado protestas similares para este mes de noviembre.
No es el único ejemplo, pero sí el más grave de lo que está sucediendo en el sector ganadero español. También hay problemas en el ovino y caprino de leche y en el porcino de capa blanca, con unos precios a la baja desde hace varios meses y a punto de situarse en el euro por kilo vivo. Estamos ante la tormenta perfecta: cotizaciones bajas y costes de producción elevados. También es complicada la situación en el caso de las explotaciones avícolas, tanto de puesta como de carne y de los conejos. Esta situación de costes disparados afecta a todo el sector ganadero, aunque en algunas producciones la cosa no sea tan grave porque los precios de los animales han experimentado subidas significativas. Se trata, sobre todo de los animales cebados de porcino ibérico.
Otro tanto pasa con los corderos, ya que debido a la escasez de este tipo de animales las cotizaciones se han disparado. En la Lonja de Extremadura, las subidas de la semana pasada, que oscilaron entre los 18 y los 32 céntimos de euro por kilo, fueron las más importantes de este año y los precios se situaron entre los 3,6 y los 5,1 euros por kilo dependiendo de los pesos. En vacuno, las subidas de los costes están provocando que se envíen al matadero muchos animales jóvenes. En resumidas cuentas, una situación complicada que para algunas producciones ganaderas supone la tormenta perfecta.