La excesiva fertilización de los cultivos de trigo con nitrógeno las últimas seis décadas podría estar directamente vinculada «con el incremento de la alta prevalencia de la celiaquía», según un estudio liderado por el ecólogo del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales, (CREAF) Josep Peñuelas.
El estudio, publicado en la revista ‘Foods’, advierte de que los campos de trigo cada vez se fertilizan con más cantidad de nitrógeno, lo que podría explicar la alta prevalencia de las alergias al gluten en todo el mundo.
Peñuelas ha explicado que desde 1960 se ha multiplicado por 10 el uso de nitrógeno para fertilizar campos de trigo porque mejora el rendimiento del suelo y el trigo con exceso de nitrógeno transfiere al grano y sus harinas más cantidad de gliadina, un grupo de proteínas que intervienen en la formación del gluten, cuya dificultad de absorción provoca la celiaquía, una afección humana autoinmune que está creciendo en el mundo.
Desde 1960 se ha multiplicado por 10 el uso de nitrógeno para fertilizar campos de trigo porque mejora el rendimiento del suelo
El estudio constata que el consumo de productos derivados del trigo en las últimas décadas se ha mantenido más o menos constante, si bien la concentración de gliadinas en el trigo ha crecido. Como consecuencia, se ha incrementado el consumo medio por persona de gliadinas en aproximadamente 1,5 kilos más cada año, mientras que el terreno fertilizado con nitrógeno es prácticamente el mismo, lo que indica que se ha intensificado el uso de este fertilizante.
El ecólogo ha admitido que es posible que en el crecimiento de la celiaquía intervengan también otros factores, como posibles nuevos aditivos del pan que puedan provocar alergias o la mejor eficiencia en el diagnóstico de esta enfermedad alérgica, pero asegura que «la fertilización con nitrógeno se traduce en un posible problema directo de salud global».
Asimismo, reconoce que hay pocos estudios al respecto y que hay que tomar con «prudencia los resultados» de su investigación, porque «no hacemos un estudio médico, sino que avisamos de una nueva consecuencia».
«La fertilización con nitrógeno que estudiamos los ecólogos tiene efectos muy relevantes sobre los microorganismos y el funcionamiento de la tierra» y «también tiene un efecto sobre la salud humana», concluyó.