Trump sigue bailando la yenka en lo que respecta a los aranceles y amenazando a diestra y siniestra. De esta ceremonia de la confusión que practica me voy a quedar con una afirmación: los productos agroalimentarios también tendrán que pagar aranceles para entrar en los Estados Unidos a partir de principios de abril, por lo que se encarecerán. Y eso afectará a las mercancías europeas.
Pero todavía no sabemos cuál será el montante de ese arancel, ni los productos afectados, ni lo que tocará a cada país, en este caso España, que registró en 2024 una balanza comercial favorable para nuestros intereses en el sector agroalimentario por valor de algo más de 1.500 millones de euros.
Lo que más vendemos es aceite de oliva y vino; lo que más compramos son habas de soja, frutos secos y maíz. Conclusión: habrá repercusiones para el campo español. Además, de momento no somos santos de la devoción del inquilino de la Casa Blanca.
Todavía no sabemos cuál será el montante del arancel de Trump, ni los productos afectados, ni lo que tocará a cada país, en este caso España
Por otro lado, Trump está utilizando la política arancelaria y comercial como un instrumento más de su política exterior. En el marco de esta última advirtió a todos los países europeos de que debían hacerse cargo de los gastos de su política de defensa y seguridad, porque el “amigo americano” iba a dejar de hacerlo, ya que tenía otras prioridades.
Este hecho y la amenaza rusa han provocado una rápida reacción de la Unión Europea (UE), que ha acordado movilizar hasta 800.000 millones de euros para poner en marcha su política de defensa y aumentar el gasto para garantizar su seguridad. De esa cifra, los Estados miembros, incluida España, deberían poner 650.000 millones de euros, mientras que otros 150.000 se conseguirían a través de deuda común y mutualizada. En principio, no se toca el dinero asignado a la PAC en el actual Marco Presupuestario, pero ya veremos lo que sucede en el que comienza en 2028.
Por otro lado, habrá que ver cómo aumenta España su gasto en defensa, algo a lo que se oponen miembros de la actual coalición que sostiene al Gobierno presidido por el marido de Begoña. Sánchez se ha comprometido en Europa a gastar más dinero en defensa, algo a lo que hasta ahora se había negado. Pero ya sabemos que su pragmatismo no tiene límites y puede cambiar de posición de un día para otro. Ahora toca aumentar el gasto en defensa y lo hará, aunque no tengamos presupuestos. Se comienza por ahí, y, si conviene para sus intereses, por ejemplo, resucitar la mili, lo hará.