«La tuberculosis bovina está cebándose con las explotaciones ganaderas de amplias zonas de España», ha denunciado la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), que reclama una gestión eficaz de la fauna silvestre e indemnizaciones justas por los sacrificios de animales.
Según la organización, existen zonas concretas de la geografía española donde la prevalencia de la tuberculosis bovina es alta y donde la interacción entre ganadería extensiva y fauna silvestre también es elevada. Por ello, durante una reunión con el director general de Sanidad de la Producción Agraria, Valentín Almansa, ha pedido un «plan de vigilancia de la fauna silvestre coordinado entre los distintos territorios y Administraciones para identificar en qué zonas de la geografía española la fauna silvestre tiene un efecto significativo sobre la incidencia de enfermedades objeto de las campañas de saneamiento, para tomar medidas eficaces correctoras al respecto».
Por otro lado, UPA reclama indemnizaciones justas por el sacrificio de animales como consecuencia de los saneamientos oficiales, «de forma que se retribuya la totalidad de la pérdida económica que asume el ganadero».
82 muertes al día
Durante una jornada estatal sobre este problema celebrada en Plasencia (Cáceres) el 25 de octubre la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos subrayó que, desde el año 2005, se han sacrificado cerca de 300.000 animales que habrían resultado afectados por tuberculosis en las primeras pruebas de diagnóstico, alcanzando una media anual de 30.000 muertes, es decir, 82 al día.
Esta organización subraya también que la lucha contra esta enfermedad -cuya incidencia ha aumentado en algunas regiones, en particular Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha- debe incluir el control de la misma en la fauna silvestre, que es su reservorio y una de sus principales fuentes de contagio. «El sacrificio constante de ganado por sí solo se está demostrando que no es la solución».