Ya está claro: ni el Marco Presupuestario de la UE para el periodo 2021/27 ni la futura PAC se aprobarán durante la actual legislatura del Parlamento Europeo. Así, a bote pronto, eso supondrá que la nueva PAC no podrá entrar en vigor en 2021, tal y como quería la Comisión Europea en un principio, y su aplicación se retrasará al menos dos años.
En la Cumbre Europea celebrada este jueves y viernes se aprobó una declaración en la que se fija como objetivo aprobar el citado Marco Presupuestario en la reunión de los Jefes de Estado y de Gobierno que tendrá lugar a mediados de octubre de 2919. En paralelo tendrá que ir el proceso de aprobación en el Parlamento Europeo, ya con nueva composición tras las elecciones de finales de mayo de 2019. Eso suponiendo que esta Cámara no se vuelva ingobernable por el auge de los partidos populistas, extremistas y anti europeos. Mientras no haya presupuesto, malamente pueden avanzar las negociaciones sobre la nueva PAC, que también se retrasarán
COP24
Mientras esto sucedía en Bruselas, en Katowice, la ciudad polaca donde se celebra la llamada COP24, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, las negociaciones para aplicar el Acuerdo de París se atascaban. Uno de los bloques más ambiciosos es justamente el encabezado por la Unión Europea. Según la propuesta de la Comisión Europea, el 25 por ciento del presupuesto de la UE para el periodo 2021/27 y el 40 por ciento del destinado a financiar la futura PAC están vinculados al cumplimiento del Acuerdo de París y a los objetivos de la lucha contra el cambio climático. Y en esta ciudad ha estado toda la semana la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, una auténtica especialista en esta cuestión, que no ha salido de un charco cuando se ha metido en otro. El último ha sido su posición personal en contra de los toros y la caza, que ha provocado malestar en estos sectores y también entre los barones socialistas de algunas Comunidad Autónomas, como Castilla la Mancha y Extremadura. Antes habían sido sus posiciones en materia de política de agua y de trasvases y, antes, sus declaraciones sobre que “el gasóleo tenía los días contados”. Lo dicho, que va de charco en charco.