En su balance del sector agrícola y ganadero del año 2023, Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha confirmado que las primeras estimaciones de renta agraria marcan una caída generalizada en la producción de todos los sectores.
Según sus cálculos, esta bajada es «muy brusca» sobre todo en sectores estratégicos como cereal (-34,7%), vino y mosto (-20,8%) y aceite (-58,65), así como en producción animal (-2,5%).
En lo que respecta a los precios, si bien han sido elevados en determinados momentos, sus picos se alcanzan cuando el agricultor ya no tiene la producción en sus manos.
Como ejemplo ha expuesto los cereales, donde los precios se mantuvieron muy elevados hasta su cosecha, que es cuando empezaron a desplomarse. Por ello, la organización ha recordado que el agricultor «no recibe el precio medio del cereal durante todo el año, sino a partir de cosecharlo».
La renta agraria «no es tan de récord» como acostumbra el MAPA a anunciar
Según el balance agrario del año 2023 de la Unión de Uniones, con esos datos se demuestra que “la renta agraria quizás no es tan récord como últimamente nos acostumbra el MAPA a anunciar todos los años, haya una sequía catastrófica o no».
Además, las mermas de cosecha son signo inequívoco de que el cambio climático ha llegado para quedarse.
A juicio de esta organización, la prueba más evidente es que hasta noviembre de 2023 las indemnizaciones por siniestralidad en los seguros agrarios eran superiores a 1,17 millones de euros -récord histórico- mientras que en todo 2022 fueron de 806 millones de euros, lo que supone un aumento del 49 % (a falta de contabilizar el mes de diciembre).
Por lo tanto, de las 17 millones de hectáreas cultivadas en España, más de 3,4 recibirán indemnizaciones.
Retos para 2024
En 2024 Unión de Uniones seguirá muy pendiente de cómo afectan los conflictos bélicos en la escalada de los costes de producción. Recordó que a la guerra en Ucrania se suma ahora la tensión en el Mar Rojo con la invasión de Israel en la franja de Gaza.
También vigilará la afección del acuerdo provisional del Consejo y Parlamento sobre la revisión de la Directiva de Emisiones Industriales, que podría expulsar de la producción a miles de granjas avícolas y porcinas de mediano tamaño que no serán capaces de asumir las exigencias que se les aplicarán.
Por último, pondrá atención a la evolución del acuerdo europeo “poco realista y restrictivo” de la Ley de la Restauración de la Naturaleza.
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