Una representación de ganaderos de Unión de Uniones procedentes de las regiones más afectadas se han concentrado este martes, 20 de agosto, en Madrid frente a la sede de la Representación de la Comisión Europea para denunciar la amenaza que los ataques de lobos supone a la viabilidad de sus granjas y la ausencia de actuaciones para proteger esta actividad.
Alrededor de cincuenta ganaderos de las organizaciones de Unión de Uniones en Asturias (USAGA), Cantabria (AIGAS), Castilla y León (UCCL), Cataluña (Unió de Pagesos), Madrid (UGAMA) y Galicia (FRUGA), entre otras, se han concentrado para reclamar una gestión racional del lobo y por medidas de protección de la ganadería en las zonas en las que su exceso de población representa un grave problema que coloca a los ganaderos y a sus explotaciones en una posición de total vulnerabilidad.
«Es una situación insostenible, con los lobos rondando ya las puertas de nuestras casas y con ataques que son cada vez más frecuentes y cruentos», denuncian los manifestantes, que han criticado «la inoperancia de todas las administraciones».
A su juicio, «la Unión Europea se pierde en debates que nunca llevan a ninguna parte y el Ministerio de Agricultura, el de Transición Ecológica y las Comunidades Autónomas, se tiran la pelota unos a otros sin tomar medidas para resolver este problema, que está haciendo ya que se cierren granjas por las pérdidas que los ataques de lobo acumulan».
Entre las peticiones, solicitan que se derogue la orden que incluyo al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) y que el Gobierno cumpla la Ley y presente un proyecto legislativo de gestión de la fauna silvestre para prevenir y compensar los daños al sector agrario, «algo que debería haber hecho antes del 3 de octubre de 2023».
La organización ha hecho entrega a la Comisión y al Parlamento Europeo un escrito en el que demanda también la puesta en marcha de una Directiva Europea para proteger la ganadería frente a los grandes depredadores. «Ya no se trata solo del lobo. Con el oso vamos por el mismo camino» alertan «porque ya los tenemos buscando comida en los contenedores de basura de los pueblos y un día va a haber una desgracia».
Para la organización se trata de contar con procedimientos uniformados para conocer la evolución actualizada de los censos de lobo y otros depredadores; el número de ataques a ganaderías y la valoración económica real de los mismos y las necesidades financieras y los recursos para atender las compensaciones y el apoyo a medidas preventivas; y para disponer también los mecanismos de gobernanza con los afectados, entre otras cuestiones.
«En definitiva, se trata de crear de forma urgente un marco institucional jurídico y financiero, que ahora no tenemos, y que sea estable y eficaz para proteger la actividad ganadera», concluyen.