La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha calificado el año 2017 como uno de los más secos de la historia desde que se tienen registros. Además, a su juicio, el año agrícola y ganadero ha estado marcado por las altas temperaturas y la fuerte sequía.
Según la organización, estas condiciones meteorológicas han afectado especialmente a Comunidades Autónomas como Castilla y León, dañando a una serie de cultivos como los cereales, el viñedo o el olivar, así como a la ganadería por la ausencia de pastos.
En este sentido, Unión de Uniones ha señalado que de acuerdo a los últimos datos de Agroseguro, las dos castillas representan el 74% del total de la superficie siniestrada.
Por sectores, ha apuntado que aquellos que se encontraban en crisis el año anterior, como la leche, la fruta dulce o el porcino, continuaron su tendencia en negativo. Asimismo, ha señalado que la desaparición de cuotas de azúcar ha causado grandes incertidumbres en el sector.
Por otro lado, la organización también ha valorado negativamente que este año se hayan seguido sacrificando animales por tuberculosis bovina mediante unos planes de erradicación que, a su juicio, «no funcionan».
Respecto a la plaga de la Xylella fastidiosa, ha criticado que no haya una respuesta «clara y contundente» por parte de las administraciones competentes.
Por último, ha insistido en la importancia y la necesidad urgente de revisar el funcionamiento de la Ley de Cadena Alimentaria, y definir algunos conceptos como los de posición de dominio para que se eviten prácticas desleales como la venta a pérdidas