La organización agraria UPA ha hecho un balance negativo tanto en producción como en precios de la campaña de la vendimia en España, como consecuencia de la «mala situación meteorológica».
La producción de uva sufrirá una merma de en torno al 20% en todo el país. Según sus cálculos, en total se obtendrán entre 35 o 36 millones de hectolitros. Estas cifras coinciden con las previstas la semana pasada por las Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha.
«Este descenso es generalizado entre los principales países de Europa»
No obstante, la organización ha detallado que existen grandes diferencias de producción dependiendo de las zonas: por un lado, en Castilla-La Mancha la producción ha descendido entre un 20 y un 30%; en Extremadura ha bajado entre un 40 y un 50%; en Ribera del Duero sobre un 60%; y en las Denominaciones de Origen de Galicia (excepto en la de Rías Baixas) también cerca de un 60%. Asimismo, la UPA ha destacado que «este descenso es generalizado entre los principales países de Europa»: los productores franceses tendrán un 18% menos y los italianos un -24%.
Teniendo en cuenta estos datos, para la organización esto se traducirá en un incremento de la demanda mundial del producto español “porque somos el principal país exportador”.
«El cambio climático está afectando de manera muy importante al sector vitivinícola»
La UPA relaciona esta bajada de producción con “la persistente sequía, las fuertes heladas, las sucesivas olas de calor y los pedriscos sufridos a lo largo del verano”. “Esta campaña ha puesto en evidencia que el cambio climático está afectando de manera muy importante al sector vitivinícola, al igual que al conjunto de la agricultura y ganadería”, apuntó. Además, teme que si la sequía se prolonga, afecte también «a la propia pervivencia de las viñas de determinadas zonas”.
Para “afrontar el futuro” del sector, la organización ha reclamado un Plan de Adaptación del sector agrario al cambio climático, y en concreto, para el sector vitivinícola, “por la importancia económica, social y territorial que tiene”.
Por otra parte, UPA ha explicado que “una menor producción debería repercutir en una subida de precio” teniendo en cuenta, además, el bajo nivel de existencias al inicio de la campaña. Sin embargo, ha advertido de que esto no está sucediendo. Según la organización, las bodegas son las responsables de provocar este problema, porque imponen unos precios “insuficientes”.