“¿Qué es lo que nos interesa a los del campo del anuncio hecho esta semana por Ursula von der Leyen sobre la composición del próximo Colegio de Comisarios?”. Esta es la pregunta que me han hecho en varias ocasiones durante los últimos días. La respuesta no es una, sino varias.
La primera idea para recordar es que la que partirá el bacalao es la presidenta de la Comisión Europea, la amiga Ursula, que se lo ha guisado en su cocina, junto a su reducido equipo de pinches y ayudantes. Además, por si no estuviese claro lo anterior, lo recuerda cada dos por tres en las cartas que ha enviado a los comisarios designados, cuando utiliza una y otra vez la expresión “bajo mi dirección”. Más claro, agua. Por cierto, que ha creado una comisaria dedicada al agua.
Ursula von der Leyen ha designado como comisario de Agricultura y Alimentación a Christophe Hansen
Lo segundo es que ha designado como comisario de Agricultura y Alimentación a un luxemburgués relacionado con el campo. Se trata de Christophe Hansen, que ha sido eurodiputado y tiene raíces en el mundo agrario; preside la Unión de Sociedades Avícolas de su país desde 2015. En la carta que ha recibido de Ursula se fija como tarea prioritaria y urgente que defina una visión o enfoque de la agricultura y la alimentación del futuro durante los cien primeros días de su mandato; este documento será la base de las propuestas de la próxima reforma de la PAC. El luxemburgués deberá coordinar con el vicepresidente italiano de Cohesión y Reformas, Raffaele Fito.
Y tercera idea a recordar hace referencia a la candidata española, Teresa Ribera. ¿Va a mandar de forma directa en la PAC? Pues no, aunque de forma indirecta podría influir algo. Lo explico. La principal competencia que tiene asignada por von der Leyen es que será comisaria de Competencia, valga la redundancia; además, como vicepresidenta de Transición Limpia, Justa y Competitiva coordinará, pero solo coordinará, a los comisarios de energía, clima y medio ambiente. Por esta última vía podría intentar influir algo en la PAC. Pero mucho me temo que Ursula von der Leyen se opondrá, vamos que la detendrá. ¡Menuda es ella!
