El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ha lanzado, en su informe del mes de mayo, una primera previsión de producción mundial de cereales para la campaña 2021/22 en la que apunta a un incremento del 3,2%, con lo que se situaría en 2.284,9 millones de toneladas, frente a 2.213,5 millones en la campaña actual. El aumento se debe a que se espera una mejora tanto en la producción de cereales secundarios como en la de trigo.
En el caso de los cereales secundarios se espera un aumento del 4%, con lo que se obtendrían 1.495,94 millones de toneladas, frente a los 1.437,45 de la campaña 2020/21.
En Estados Unidos el Departamento americano prevé un incremento de la producción de cereales secundarios de 21,6 millones de toneladas, hasta alcanzar los 396,17 millones de toneladas (+5,7%); en China aumentaría 7,3 millones de toneladas (275,43 millones de toneladas) y en la Unión Europea se mantendría prácticamente sin cambios, situándose en 153,9 millones de toneladas.
Dentro de los cereales secundarios, el USDA prevé para la campaña 2021/22 una cosecha mundial de maíz de 1.189,85 millones de toneladas, es decir, un 5,4% más que en campaña actual (61,39 millones de toneladas más).
La cosecha de trigo aumenta un 1,6%
En cuanto al trigo, el USDA prevé para la campaña 2021/22 una cosecha mundial de 788,98 millones de toneladas, es decir, un 1,6% más que en la campaña actual (776,10 millones de toneladas).
Hay que destacar que el USDA prevé una cosecha de trigo en la Unión Europea de 134 millones de toneladas, 8 millones de toneladas más que en la campaña 2020/2021 (+6,3%). En Ucrania el aumento sería de 3,5 millones de toneladas (+14%), situándose en 29 millones de toneladas. Sin embargo, en Australia prevé un descenso de la cosecha de trigo de 6 millones de toneladas (27 millones de toneladas); y en Canadá de 3,18 millones de toneladas menos (32 millones de toneladas).
Aumento de los consumos
En lo que respecta a los consumos, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos apunta a un incremento de la demanda total de cereales secundarios de 31,84 millones de toneladas, con lo que se situaría en 1.489,35 millones de toneladas. El consumo de trigo también aumentaría en 7,81 millones de toneladas, alcanzando los 788,68 millones de toneladas.
Por último, los stocks finales de cereales secundarios aumentarían en 6,59 millones de toneladas y los de trigo se mantendrían prácticamente sin cambios.