En su informe del mes de octubre el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) revisó a la baja en 5,9 millones de toneladas su previsión anterior sobre producción mundial de cereales 2023/24, que sitúa ahora en 2.277,9 millones de toneladas.
En concreto, en el caso del trigo el USDA ha revisado a la baja la producción mundial en 3,9 millones de toneladas, con lo que se espera una cosecha de 783,4 millones de toneladas (frente a los 789,5 millones de toneladas de la campaña 2022/2023). Australia es en parte responsable de este descenso, ya que se estima una producción de 24,5 millones de toneladas, 1,5 millones de toneladas menos que en el informe del mes pasado. También baja en Kazajistán 2 millones de toneladas (13 millones de toneladas). Por el contrario, aumenta en Estados Unidos 2,1 millones de toneladas, situándose en 49,3 millones de toneladas.
Baja la previsión de los cereales secundarios
En lo que respecta a los cereales secundarios, el USDA espera que se alcancen los 1.494,5 millones de toneladas (1,9 millones de toneladas menos que lo previsto en septiembre), frente a los 1.444,4 millones de toneladas de la campaña 2022/2023. En Estados Unidos, el USDA prevé una producción de cereales secundarios de 396,9 millones de toneladas, es decir, 2,1 toneladas menos que en el mes de septiembre.
Asimismo, hay que destacar que dentro de los cereales secundarios el USDA ha revisado a la baja la cosecha mundial de cebada en 141,7 millones de toneladas, es decir, 120.000 toneladas menos. La de avena también disminuye 120.000 toneladas y se sitúa en 20,4 millones de toneladas y la de sorgo baja 1,3 millones de toneladas, situándose en 61 millones de toneladas. En cuanto al maíz, el USDA ha revisado al alza en 190.000 toneladas su previsión anterior, con lo que ahora apunta a 1.214,4 millones de toneladas
Consumos y stocks
En lo que respecta a los consumos, el USDA prevé un descenso del uso de trigo de 3 millones de toneladas respecto a la previsión de septiembre, con lo que se situaría en 792,8 millones de toneladas. El uso de los cereales secundarios también disminuye 2 millones de toneladas y se sitúa en 1.483 millones de toneladas.
Por último, los stocks finales de trigo bajan 480.000 toneladas y los de cereales secundarios disminuyen 1,3 millones de toneladas.
