En su último informe sobre oferta y demanda de cítricos a nivel mundial, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) confirma lo que ya avanzaba el pasado mes de enero: una caída en la producción mundial de la campaña 2022/23, más acusada en el caso de las naranjas, aunque con diferencias entre países productores.
La producción de naranjas disminuirá un 5% respecto a la campaña anterior debido a que los descensos en la Unión Europea, Turquía y Estados Unidos solo se verán compensados en parte por el incremento en Egipto.
En Brasil, primer productor mundial de naranjas, se espera un descenso de 179.000 toneladas, con lo que se obtendrán en el país 16,8 millones de toneladas. Esa menor disponibilidad reducirá también su producción de zumo y la exportación de este producto.
En la UE se estima una caída del 13%, hasta los 5,9 millones de toneladas, como consecuencia del tiempo seco y las elevadas temperaturas registradas en España y en Italia. La disminución de la producción interna se cubrirá solo parcialmente con importaciones, con lo que el consumo en fresco, el volumen destinado a transformación y la exportación serán más cortos que en la campaña anterior. Egipto y Sudáfrica seguirán siendo los principales proveedores del mercado comunitario. En relación con este último país, el informe del USDA apunta a una producción de naranjas de 1,6 millones de toneladas, un volumen récord que permitirá que las exportaciones alcancen también un nivel histórico de 1,36 millones de toneladas, con la Unión Europea como principal destino.
La producción mundial de mandarinas también será más corta que en la campaña anterior (900.000 toneladas menos, hasta 36,9 millones de toneladas) por el descenso previsto en China, principal productor, en la Unión Europea y en Marruecos.
En la UE la caída será del 4%, hasta los 3,03 millones de toneladas, por el descenso registrado en España y a pesar de una mejora de los resultados en Grecia. En el caso de Marruecos se estima una disminución del 32% en la producción (hasta 927.000 toneladas) por la sequía y las elevadas temperaturas. Ese descenso supondrá una caída tanto de su consumo interno como de las exportaciones, que rondarán las 425.000 toneladas (frente a 625.000 toneladas exportadas en 2021/22).
Por el contrario, Sudáfrica obtendrá una producción de 680.000 toneladas, la mayor de los últimos doce años, debido a que las lluvias registradas han permitido el riego en las principales regiones productoras del país y a la superficie creciente de nuevas plantaciones que entra en producción. Sus exportaciones podrían alcanzar un volumen récord de 560.000 toneladas; también en este caso la UE es uno de sus principales clientes.