El presidente de ASAJA Extremadura, Ángel García Blanco, ha instado a la Junta a retomar el diálogo para encontrar soluciones que «frenen» la incidencia de la tuberculosis bovina y caprina en la región.
El presidente de esta organización regional ha calificado de «ridículas» las indemnizaciones que se pagan por cada animal sacrificado: en concreto 390 euros por cada vaca, cuando en realidad en el mercado supera los 1.400 euros.
Además, ha criticado el “inexistente control” de la fauna salvaje cinegética, el principal vector de transmisión.
Por otro lado, García Blanco ha recordado que Extremadura es la única comunidad donde la prueba de los ganglios es definitoria.
Asimismo, ha señalado que no se pueden someter los rebaños a saneamientos continuos ya que los animales se estresan y abortan.
A su juicio, es necesario «llegar a puntos de encuentro» para encontrar soluciones viables contra la grave incidencia de la enfermedad la región.
García Blanco ha recordado que durante más de tres décadas se ha comprobado que el protocolo de actuación es ineficaz y que hay que cambiarlo.
En los últimos meses, la Junta había mostrado un «compromiso firme«, plasmado en la Mesa regional contra la Tuberculosis, pero finalmente no se llegó a cumplir. De ahí que la falta de respuesta de la Administración regional y del Ministerio de Agricultura, obligase a la organizacion a manifestarse para buscar soluciones.