Cada vez que un consumidor disfruta de los productos que se elaboran en Castilla-La Mancha «reconoce el valor de la tierra y el esfuerzo de mucha gente», y contribuye a que la región sea cada vez más próspera. Por ello, en esta legislatura el Gobierno autonómico apostará «por el valor de origen de la marca Castilla-La Mancha en la alimentación».
Así lo ha asegurado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, durante un acto en Albacete, donde ha resaltado que el sector agroalimentario «es nuestro mayor motor de desarrollo económico».
«El objetivo es llegar cada vez más y mejor al propio consumidor, y para ello tenemos que esforzarnos todos, la propia Administración regional, los medios de comunicación, la distribución y la restauración», ha añadido.
Para Martínez Arroyo, la forma de llegar directamente a los consumidores con ese «valor de marca» de origen de los productos, es a través de lo que ha denominado «el relato de verdad, la historia de los propios alimentos». «Y esta historia no es otra que la de los productos que salen del campo gracias a las 160.000 personas, los agricultores y ganaderos de una región de dos millones de habitantes, que son los que acaban a ayudándonos a alimentarnos mejor».
El sector agroalimentario puede tener «mucho potencial» en el turismo
También ha hecho hincapié en que el sector agroalimentario puede tener «mucho potencial» en el turismo ya que Castilla-La Mancha es una región de interior y, por ello, es preciso apostar por un turismo vinculado tanto a la gastronomía, como a la cultura o al medio ambiente.
Actualmente este sector representa el 15% de la riqueza que se produce en la región, ha recordado Arroyo, quien ha puntualizado que si se le añade lo que supone el turismo «estamos hablando que entre las dos actividades económicas se genera el 25% de la riqueza regional».