La comercialización de aceite de oliva se situó en torno a las 120.000 toneladas el pasado mes de mayo, de acuerdo con los datos provisionales facilitados al sector por la AICA (Agencia de Información y Control Alimentario). Se recupera, por tanto, del descenso que se registró el mes anterior (debido a la Semana Santa y al impacto de la subida de los precios).
De confirmarse esas salidas en mayo, el volumen total comercializado en los ocho primeros meses de la campaña ascendería a 990.150 toneladas (frente a las 903.350 que se habían vendido en el mismo período de la anterior), a razón de una media de 123.770 toneladas mensuales.
Los datos provisionales de mayo dan cuenta de una producción de aceite de oliva en 2016/17 de 1,281 millones de toneladas, cifra que puede considerarse prácticamente como definitiva.
En cuanto a las existencias a finales de ese mes, se situarían en 690.000 toneladas.
Stock cero, según ASAJA-Jaén
ASAJA-Jaén ha reiterado, a la vista de estas cifras, que podría llegarse al final de campaña con unas reservas de apenas 200.000 toneladas, «lo que significa stock cero». Según sus responsables, con estos datos «el precio no tiene por qué variar de la tendencia actual, máxime teniendo en cuenta el déficit de aceite del resto de los principales países productores, como son Italia, Grecia o Túnez».
Respecto a la cosecha del año que viene, la organización ha mostrado su preocupación «por el estrés hídrico del árbol producido por las altas temperaturas y las escasas precipitaciones». «Es fundamental que llueva», añade, ya que, aunque «la floración ha sido buena y la formación de fruto avanza, a estas temperaturas y con el déficit de precipitaciones que llevamos acumulado, se puede perder mucha aceituna por el camino».
