Cerca de 2.000 veterinarios -según fuentes de la Delegación de Gobierno de Madrid- procedentes de distintos puntos del país han protestado este miércoles -5 de marzo- ante la sede del Ministerio de Agricultura, en la capital del país, contra el decreto de uso de medicamentos veterinarios. A su juicio, este decreto genera más burocracia, les resta competencias e incluso pone en riesgo la salud de las mascotas.
La profesión veterinaria reclama una serie de medidas que atañen al reglamento actual sobre distribución, prescripción y uso de medicamentos veterinarios y si no se atienden sus reivindicaciones continuarán con las protetas.
La norma que data de 2023 -y cuyo contenido pertenece casi por completo a una transposición comunitaria- terminó de entrar en vigor en enero de este año, cuando se obligó a los veterinarios de mascotas a utilizar la herramienta telemática PresVet para registrar oficialmente los antibióticos que prescriben a sus mascotas.
Si no se atienden sus reivindicaciones contrinuarán con las protestas
En respuesta han creado una plataforma (VetsUnidos) que, en coordinación con colegios de veterinarios y otros colectivos sectoriales, han organizado una serie de actos previos (cierre simbólico de clínicas) y han lanzado una recogida de firmas por Internet para adherirse a su causa.
En concreto, creen que la norma actual les genera hasta 13 perjuicios; entre ellos, una restricción al libre ejercicio profesional porque les limita las decisiones clínicas; sanciones «desproporcionadas» por incumplimientos; costes «inasumibles» para los propietarios; o aumenta el riesgo de automedicación.
Creen incluso que, en situaciones de atención «crítica» por infección grave a una mascota, el sistema PresVet «imposibilita a la hora de tomar decisiones rápidas» sobre antibióticos.
El Gobierno defienden el decreto
Por su parte, el Gobierno central apoya esta normativa. El director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, Valentín Almansa, ha asegurado que el problema real es que PresVet «ha puesto sobre la mesa problemas que venían de antes» en el ámbito de la prescripción y dispensación de los medicamentos para mascotas a través de una serie de actuaciones que posiblemente «no estaban totalmente alineadas con la normativa».
Almansa: los veterinarios sí pueden prescribir en un primer momento un antibiótico de los grupos A o B en caso de una urgencia
El Ministerio quiere que este primer año sirva para que los veterinarios «se acostumbren» a usar la herramienta y se comience a registrar «mucha información» sobre qué se está prescribiendo y cómo, analizar esa información y, posteriormente, ver qué medidas correctoras hay que desarrollar. Uno de los objetivos principales del decreto es monitorear qué antibióticos se prescriben y racionalizar su uso para luchar contra el fenómeno de las resistencias.
Almansa mantiene que, en contra de la idea extendida, los veterinarios sí pueden prescribir en un primer momento un antibiótico de los grupos A o B (los de último recurso cuando no funcionan otros) en caso de una urgencia. No obstante, después deberá realizarse una prueba de laboratorio para confirmar que, «efectivamente, no hay alternativa».
La concentración ha sido convocada por la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios (Fesvet) y por la Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE) y cuenta con el apoyo de la plataforma VetsUnidos y de los colegios de veterinarios.