La Comisión Europea ha iniciado el procedimiento para incrementar un 10% los precios para la retirada de frutas y hortalizas a partir de 2017 con el fin de compensar los efectos del veto ruso a ese sector.
El comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, avanzó durante una reunión que mantuvo ayer con dos eurodiputados belgas que ya ha activado el proceso para subir el nivel de los precios de retirada del 30% al 40% de los precios medios del periodo 2010-2014 para la libre distribución de estos productos, y del 20% al 30% de los precios medios en ese mismo tramo para otros usos.
La regulación debería ser adoptada a finales de año para que pueda aplicarse «a principios de 2017».
Hogan ha reconocido que los precios de frutas como las peras han permanecido «muy bajos» y «bajo niveles históricos» a lo largo de este año en toda la UE, por lo que espera que la nueva medida proporcione una «red de seguridad más fuerte» para los productores en tiempos de precios bajos.
Según las fuentes de la Comisión, el consumo europeo y la apertura de nuevos mercados «no ha compensado la pérdida del mercado ruso», por lo que son necesarios «más esfuerzos».
Por ello, la «prioridad» es realizar una «ofensiva diplomática» para las exportaciones europeas, triplicando el presupuesto para la promoción de 61 millones de euros a 200 millones anuales en un periodo de tres años hasta 2018, o incrementando las tasas de cofinanciación para que los productores encuentren más fácil promover sus productos en los mercados globales.