El Estado francés y la región de Nueva Aquitania destinarán 30 y 10 millones de euros, respectivamente, al arranque de viñedo en el área de Burdeos, con el fin de «reorientar las explotaciones vitícolas«. Esas partidas se completarán con los 19 millones de euros que aportará la interprofesional del sector.
El ministro de Agricultura francés, Marc Fesneau, explica que la intención del Gobierno es elevar la partida del Estado a 38 o 40 millones de euros, repartidos en dos años. Todos los fondos se destinarán al plan de salida de la crisis concebido por la interprofesional y las autoridades regionales.
Según un comunicado de la región de Nueva Aquitania, que aportará 10 millones de euros, se trata de apoyar a unos 300 viticultores con una ayuda media de 25.000 a 35.000 euros por explotación. Esa partida podría completarse en una segunda fase con fondos FEADER (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural) con el fin de «generalizar el dispositivo».
Los proyectos de arranque deben respetar la hoja de ruta regional Néo Terra, dirigida a «acelerar la transición ecológica y energética». Dicho de otra forma, «adaptación al cambio climático, ahorro de agua y ahorro de insumos, por ejemplo, con la plantación de olivos, de avellanos, con ganado vacuno, etc».
Los productores de vino de Burdeos afrontan una crisis estructural de sobreproducción derivada de la caída del consumo de tinto y de las exportaciones y en los últimos meses han protagonizado protestas para reclamar apoyo para el arranque de viñas con el fin de equilibrar oferta y demanda.
