El año 2023 va a ser malo para varios sectores agrícolas claves en España. Comenzó con un recorte importante en la producción de aceite de oliva, que se quedó por debajo de las 700.000 toneladas, cuando la normal oscila en torno a 1,4 millones. Siguió con la cosecha de cereales de otoño invierno que oscilará entre 7 y 8 millones de toneladas, cifra muy inferior a la media del último decenio. Suma y sigue: la producción de vino también tendrá un recorte significativo y las últimas estimaciones apuntan a un recorte de entre un 20 y un 30 por ciento sobre las cantidades normales.
En el caso de la almendra, cuando ha comenzado la recolección se ha constatado que los rendimientos son muy inferiores a los que el propio sector había previsto, hace poco más de mes y medio.
Por último, el año se cerrará con la recolección de la aceituna para molino, y aunque continuará a lo largo de los primeros meses de 2024, la producción de aceite de oliva será también muy baja y similar a la de esta campaña. La sequía, las altas temperaturas y lo que un veterano agricultor denomina «el tiempo a destiempo» son las causas principales de esta grave situación.
Menos almendra y cereales
En algunos casos, como el de los cereales o de la almendra, coincide además que los malos resultados productivos vienen acompañados de bajos precios, especialmente si se tiene en cuenta que nos encontramos ante la campaña más alta de los costes de producción.
En la almendra, continuaron los recortes durante la semana pasada, situándose por debajo de los registrados en anteriores campañas y alcanzando precios mínimos históricos. Es lo que sucedió en la Lonja de Albacete, con unas cotizaciones de nueva campaña para la variedad comuna de 2,90 euros y de guara a 3 euros kilo grano; en Murcia también se anotaron nuevas bajadas de entre 5 y 26 céntimos en todas las variedades, quedando entre 2,89 de la comuna, el precio más bajo en una década, y 6,26 euros kilo grano en cáscara para la marcona.
Mientras tanto, la vendimia viene este año con varias semanas de adelanto y avanza a buen ritmo. De acuerdo con las previsiones que manejan organizaciones agrarias como Asaja, la sequía y las elevadas temperaturas van a provocar una caída de la cosecha de uva y por lo tanto de la producción de vino que, en el caso de La Mancha, será entre un 20 y un 30 por ciento inferior a lo que puede considerase normal durante los últimos años. En otras zonas vitivinícolas importantes se viven situaciones similares debido a la sequía y a las altas temperaturas de los últimos meses.
Noticia de César Lumbreras publicada el 28 de agosto de 2023 en el diario La Razón