En China están intentando adaptarse a convivir con la peste porcina africana (PPA). José Manuel Sánchez Vizcaíno, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y director del Laboratorio de la Organización Mundial de Sanidad Animal para la peste porcina africana (PPA), acaba de llegar de ese país e intervino en la última emisión de AGROPOPULAR -10 de agosto de 2019- para explicar cómo está la situación.
Según el experto, en China se ven dos escenarios diferentes: uno de porcino industrial y otro familiar y traspatio (donde está afectado el 40% por la enfermedad).
El porcino industrial está incrementando la seguridad de forma significativa, creando nuevas plantas y construyendo granjas con más bioseguridad y con más control. Sin embargo, la parte familiar y de traspatio, «sigue siendo el paraíso para la peste porcina, porque siguen alimentando los cerdos con los residuos alimenticios, compran sangre para mezclarla con cereal -y aumentar así la producción-, no tiene muy buenas compensaciones y la bioseguridad tiene un ciclo complicado»
La producción es caótica en las explotaciones familiares porque es un tema cultural y de tradición que es difícil cambiarlo del día a la noche, de modo que es complicado acabar con «el virus, que está campando a su aire».
«Es complicado acabar con la peste porcina africana a corto o medio plazo»
El catedrático reconoció que «es complicado acabar con la peste porcina africana a corto o medio plazo, va a tardar un tiempo». A su juicio, el sector evolucionará y se irá industrializando, lo que puede llevar unos años, «por lo menos cuatro o cinco casi seguro».
Por otro lado, Sánchez Vizcaíno explicó que los chinos tienen una forma nueva de construir granjas, en vez de hacerlo en espacio horizontal -como tienen problemas de espacio- lo hacen en pisos. Estuvo visitando granjas de ese tipo y aseguró que una tenía nueve edificios con 9 o 12 plantas cada uno que en total contaba con unas 27.000 madres. La bioseguridad ha mejorado mucho en ese tipo de granjas: tienen filtración de aire de entrada y de salida, no se huele nada, «es realmente excelente».
A su juicio, el problema está en que son tantas cantidades de animales «o diseñan un sistema de cortafuegos», para que si la enfermedad afecta a uno no afecte a los demás, o la situación será complicada, porque son enormes cantidades de animales las que se pueden juntar.
Situación en la UE
Por otro lado, reconoció que la Unión Europea no ha sido capaz de cortar la enfermedad del todo desde 2014 que entró el virus. También se notan dos escenarios diferentes: por un lado, el de Bulgaria, Rumanía y Polonia, que están tendiendo muchos problemas, siguen teniendo brotes muy elevados en algunos casos.
Mientras que, en otras zonas, la situación está bastante mejor, pues el virus está estrictamente limitado a la vida silvestre, como es el caso de la República Checa, que «ha hecho un trabajo excelente con los jabalíes».
No obstante, en la UE «el tema es desigual», reconoció. «La enfermedad está más cerca que nunca de nosotros y realmente en ese sentido tenemos que seguir atentos a la vigilancia», advirtió.
Estado de la vacuna
Sobre la vacuna que están preparando, el experto aseguró que han terminado todos los trabajos sobre protección, «hemos hecho unos ensayos preliminares para ver si además del jabalí la vacuna podría valer para el cerdo doméstico y los resultados de protección son muy buenos».
«Estamos trabajando desde hace dos meses en seguridad de la vacuna, estamos viendo que la cepa no mute, que sea estable. También estamos estudiando cuánto dura esa inmunidad, que pasaría si hay una sobredosis de vacunación; en definitiva estamos muy centrados en la seguridad».
Según detalló, la seguridad es un tema vital para una vacuna, pues, además de proteger en índices elevados (hasta ahora un 92%) tiene que ser segura, sin ningún tipo de reacciones adversas, ni ningún tipo de patología residual.
A continuación puede escuchar la entrevista completa:
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