«Debemos asegurar el aprovisionamiento presente y futuro de alimentos mediante un aprovechamiento respetuoso de la naturaleza». Con estas palabras iniciaba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, un apartado dedicado a la agricultura y la alimentación en su discurso sobre el estado de la Unión, pronunciado el 13 de septiembre ante el Parlamento Europeo, en el que anunció un «diálogo estratégico» sobre el futuro del sector agrario.
De acuerdo con ese discurso, Bruselas parece mantener la ambición verde que ha guiado la legislatura, aunque la presidenta no hizo referencia a iniciativas concretas que afecten al sector agrario. Apuntó que «la biodiversidad y los servicios ecosistémicos son vitales para toda la población europea» y que «la pérdida de esta riqueza natural no solo destruye los medios de subsistencia, sino también el sentimiento de apego a la tierra de la gente». De ahí la necesidad de protegerla, pero garantizando al mismo tiempo la seguridad alimentaria.
Von der Leyen expresó su agradecimiento a los agricultores «por proveernos de alimentos día a día. Producir alimentos sanos: para nosotros, los europeos, esta función de la agricultura constituye la base de nuestra política agrícola. También es importante la independencia en el aprovisionamiento de alimentos; y esto es posible gracias a nuestros agricultores».
«Esto no es algo que se pueda dar por supuesto -dijo- ya que el trabajo de los agricultores y sus ingresos se ven cada vez más afectados no solo por las consecuencias de la agresión rusa contra Ucrania o por el cambio climático y las sequías, los incendios forestales y las inundaciones que este trae consigo, sino también por nuevas responsabilidades que recaen sobre ellos».
«Tenemos que tener esto en cuenta. Muchos ya están comprometidos actualmente con una agricultura más sostenible. Junto con los hombres y mujeres del sector agrario, debemos responder a estos nuevos desafíos. Esta es la única manera en que podemos salvaguardar nuestra seguridad alimentaria en el futuro».
«Necesitamos más diálogo y menos polarización. Por esta razón, nos gustaría iniciar un diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura en la UE. Tengo la convicción inamovible de que la agricultura y la conservación de la naturaleza pueden ir de la mano, y las dos son necesarias», concluyó.